domingo, 24 de octubre de 2010

Responsabilidad Social Empresarial: Estrategia de Competitividad

Elaborado por Claudia E. Cruz para la Cámara Americana de Comercio de El Salvador, Julio 2007.

Entrevista con Celina Pagani-Tousignant, fundadora y directora ejecutiva de Normisur Internacional quien además es profesora del Boston College for Corporate Citizenship
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Un creciente número de empresas está adoptando el término de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en su discurso y en su publicidad. Sin embargo, frecuentemente la referencia a la RSE está relacionada con acciones sociales o filantrópicas que representan solamente uno de los muchos aspectos que implica una gestión integral de RSE.

Afortunadamente, cada día más empresarios muestran interés en conocer acerca de la RSE, en qué consiste, cómo se aplica y cuales son sus beneficios. BUSINESS tuvo la oportunidad de conversar con Celina Pagani, consultora con amplia experiencia a nivel internacional en Responsabilidad Social Empresarial para compartir con sus lectores los conceptos básicos de esta nueva forma de hacer negocios que está revolucionando a la sociedad.

¿Qué es RSE?

Pagani explica que existen términos que son considerados sinónimos de RSE, por ejemplo: Ciudadanía Corporativa y Desarrollo Sostenible. Aunque existen varias definiciones de RSE, Pagani utiliza la explicación que utiliza el Boston College (Center for Corporate Citizenship) en la que se identifican 3 conceptos básicos:

  1. Minimizar el daño provocado por sus operaciones. Esto implica trabajar para reducir el impacto negativo de las actividades de la empresa que afectan a los stakeholders o “grupos involucrados” como los empleados, clientes, ecosistemas, accionistas y proveedores. Pagani explica que esto significa que “si se esta dañando al medio ambiente, a los empleados, o a los proveedores, se debe parar y minimizar ese daño. A veces eso se corrige simplemente con cumplir lo establecido por la ley.”
  2. Maximizar el beneficio invirtiendo recursos como dinero, conocimiento, y el personal para el bien de la sociedad como participar voluntariamente en la solución a problemas en áreas como educación, salud, desarrollo juvenil, desarrollo comunitario, así como acciones para asegurar empleo estable, pago de salarios justos y la elaboración de un producto con valor social.
  3. Mantener una relación con los Stakeholders al construir relaciones de confianza que requieren que las empresas se vuelvan más transparentes y abiertas acerca del progreso y los retrocesos que experimentan en un esfuerzo para operar éticamente. “Con las economías globalizadas y los grupos sociales más organizados, las empresas están más expuestas a la crítica pública, que exigen una cadena de proveedores limpia que significa que los proveedores cumplen con normas internacionales de derechos humanos, aun si están ubicados en otro país,” explica Pagani.

Si consideramos esta definición, podemos concluir que la RSE no es sinónimo de donaciones o acciones sociales aisladas, implica que una empresa adopte prácticas responsables en toda su cadena de producción. “Si la empresa tiene que relacionarse con el medio ambiente, proveedores, gobierno, empleados, comunidad, esto significa que la RSE está en todos los rincones de la empresa” afirma Pagani.

Es por ello que la estructura de RSE dentro de una empresa impacta e involucra a todos los empleados y a cada departamento de la organización. Para una gestión exitosa, el compromiso con la RSE debe nacer desde la alta dirección de la empresa y transmitida de manera vivencial a todos los niveles de la empresa. Por ello, Pagani recomienda que si se crea una estructura de coordinacion y fomento de RSE se coloque “en el nivel más alto,” respondiendo a la máxima autoridad de la empresa.

Los beneficios de la RSE

La RSE brinda múltiples beneficios a las empresas, los cuales se pueden concentrar en 3 grandes grupos:

  1. Manejo de Riesgos. Una gestión adecuada de RSE contribuye a reducir los riesgos de la operación. Por ejemplo, un programa ambiental que reduzca el impacto negativo de la operación de las empresas se traduce en la disminución del riesgo de multas y sanciones, el desgaste de su reputación, las amenazas de protestas de organizaciones sociales y el cierre de operaciones.
  2. Abre oportunidades de negocios. La adopción de prácticas de RSE abre puertas a nuevos mercados. Ante los tratados comerciales internacionales que nuestro país ha suscrito, existen clientes en varios países que exigen tener una cadena de proveedores “limpia”, es decir, que tengan prácticas de RSE como requisito para formar parte de su cadena de valor. La RSE se convierte como un elemento importante para tener acceso a mercados de países Europeos y del Norte de América y representa una oportunidad para competir en el mercado global.
  3. Mejora la Reputación. La RSE fortalece la reputación de una empresa, lo cual permite la atracción de clientes y de talento. “Cada día hay mas consumidores en los Estados Unidos y Europa, y poco a poco también en El Salvador que toman decisiones de compra de acuerdo a esa reputación que tiene la empresa, el valor agregado que te da el ser bueno, el tener valores, el tomar decisiones éticas,” señala Pagani. De igual manera, los empleados buscan trabajar en las mejores empresas, por lo que la RSE representa un aspecto clave para atraer y retener a los mejores talentos.

Muchos ya lo están haciendo

Entre los ejemplos de empresas que practican la RSE, Pagani resalta el de la corporación Toyota, que al desarrollar su primer vehículo híbrido y poner en el mercado una alternativa que combinaba una reducción en el costo de combustible para el consumidor y una reducción de emisiones de gases para el medio ambiente, abrió las puertas a un nuevo mercado. Como resultado, en su primer año de producción, el Toyota Prius causó revuelo en la industria automovilística. El fervor con el que el público recibió este modelo urgió a Toyota incrementar su producción en un 50%. Prius es un vehiculo que ha demostrado cómo la alta tecnología puede llevar la eficiencia energética al consumidor en un paquete accesible y atractivo.

De igual manera, Pagani destaca la apuesta de Chile por la producción de frutas y verduras orgánicas que ha llamado la atención de mercados en Europa. Los productos orgánicos son aquellos que basan su producción en prácticas de manejo ecológico y que no emplean fertilizantes, plaguicidas, hormonas u otras sustancias químicas o sintéticas. Normalmente tienen un costo superior a los de la agricultura tradicional, y un creciente grupo de consumidores los prefiere por aspectos de salud y ambientales.

En El Salvador, existen empresas con un compromiso serio hacia la RSE. Poco a poco las empresas se encaminan hacia una gestión que involucre todas las áreas de la empresa dentro de una estrategia de producción responsable. Sin embargo, “existen muchos que consideran que la barrera para la RSE es el dinero,” explica Pagani, urgiendo a las empresas a que consideren en las oportunidades y beneficios que la RSE trae a las empresas y sus stakeholders.

“La competencia por el trabajo es creciente, la atención sobre el cuidado del medio ambiente es mayor” advierte Pagani, de manera que aquellos que abracen la RSE tendrán una ventaja competitiva en sus negocios.